No es oro todo lo que reluce y teletrabajar no es tan bonito como lo pintan. Además de las múltiples ventajas que puede tener el teletrabajo también hay algunos inconvenientes que merece la pena destacar. A continuación, os dejo los que, en mi opinión y experiencia, son los más relevantes:

Los seres humanos somos sociales por naturaleza. Ver gente, constantemente, tras una pantalla no es la realidad. Necesitamos tocarnos, sentir que somos parte de un grupo, relacionarnos en el cara a cara. Así es como se forjan las relaciones, mediante la interacción humana física.

Cabe mencionar que esta sensación de soledad y aislamiento son mayores en personas que viven solas y que ni siquiera tienen mascotas. Pasar 8 horas diarias de tu día a día en soledad tiene efectos muy perjudiciales para la salud.

Lo normal es que, para tareas ejecutivas, seas mucho más eficiente en casa. Esto no es siempre así, ya que hay personas que son más eficientes en la oficina. Sin embargo, si eres un empleado comprometido y no tienes distracciones en casa seguramente seas mucho más eficiente teletrabajando.

Salvo excepciones, aunque teletrabajes la jornada laboral sigue siendo de 8 horas. Por lo tanto, si en casa eres más eficiente y trabajas las mismas horas he de decirte que estás produciendo más por menos. O sea, estás perdiendo dinero. Lo ideal aquí, es tener un trabajo orientado a objetivos y poder, así, sacar partido de la flexibilidad y libertad que ofrece trabajar desde casa.

En el mundo físico es prácticamente imposible acabar una reunión y empezar otra en el mismo momento. Sin embargo, ésta es una práctica más que habitual cuando estamos en remoto. Me ha pasado: encadenar 4 o 5 reuniones de 1 hora, cada una, seguidas sin tiempo siquiera para ir al baño o levantarme de la silla.

Es muy común poner reuniones para todo cuando teletrabajamos. Obviamente, ciertas situaciones son más difíciles en remoto y requieren de una reunión. Pero la falta de criterio o la inercia hacen que el número de reuniones sea más elevado de lo que debería ser. Os dejo un artículo que escribí sobre cómo tener reuniones más eficientes.

La desconexión laboral se hace muy difícil al trabajar desde casa. Puede acabar afectando psicológicamente el no tener una separación de espacios entre el mundo laboral y personal. Lo ideal, al trabajar desde casa, es tener una habitación exclusivamente para teletrabajar aunque sabemos que en muchos casos es imposible.

Además, la casa debe estar lo más ordenada y limpia posible para generar un espacio de trabajo lo más armonioso y óptimo posible. Sin embargo, no siempre es posible tener la casa en perfecto orden de revista. Os dejo un artículo que escribí sobre Feng Shui y teletrabajo que puede resultar interesante para mantener la casa y el espacio de trabajo en buenas condiciones para el teletrabajo.

Es normal ir desconectando poco a poco de las personas al estar en remoto. Nuestra relación con el equipo se debilita, se pierde esa conexión con la capa humana de los trabajadores. Ya no hay paradas para el café, ni charlas improvisadas, ni apenas momentos para hablar de cosas que no sean laborales.

Además, es normal sentirse más desapegado de la empresa y los proyectos. El sentido de pertenencia baja considerablemente. Esto aumenta aún más si el trabajo empezó siendo 100% remoto. En estos casos, es importantísimo un Onboarding adecuado. Además, también es importante mantener la cohesión del grupo mediante sesiones físicas de Team Building.

Desde casa se pierden las sinergias que suceden en la oficina. Aunque existan canales de comunicación digitales para tener conversaciones sobre novedades, cursos, eventos, etc, el boca a boca es más directo y fluido. Aprender una nueva habilidad, en directo, gracias a un compañero siempre será más fácil en oficina que desde casa.

Por otro lado, trabajando en remoto, corres el riesgo de quedarte un poco al margen de eventos que sucedan, ya sea por distancia o por no enterarte, que es peor.

Lo quieras o no, al pasar 8 horas extra al día en casa, los consumos van a ser bastante mayores. Es cierto que, algunas personas, se ahorran el gasto por desplazamiento pero para aquellos que no sea excesivo, no compensa.

Además del aumento del consumo y el consiguiente incremento de las facturas, la casa y sus elementos se desgastarán más por el uso. También tienes que invertir en un buen espacio de trabajo: mesa grande, silla cómoda, etc.